La semana pasada, mientras estabamos en la asamblea, se nos ocurrió una idea genial: ¿Por qué no visitamos al maestro Tomás para ver qué tal le va con sus nuevos alumnos/as? Pero como no podíamos presentarnos con las manos vacías, se nos ocurrió hacerle un dibujo cada uno para regalarselos en formato de libro.
El resultado quedó así de maravilloso:
El maestro Tomás se alegró mucho de vernos a todos y le encantó nuestro regalo:
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